viernes, 26 de marzo de 2010

¡VOLANDO ME VOY, VOLANDOOO...!

Mañana comienza mi nueva odisea por la Alpujarra y… ¡estoy que me subo por las paredes! ¡Quiero empezar el viaje AHORA MISMOOOOO!

Finalmente, tuve que realizar varias modificaciones respecto al plan inicial para poder hacer los tramos junto a Curro, un murciano que se puso en contacto en la página de la Transandalus.

Os cuento las novedades más importantes del viaje.
La salida será desde Granada capital, ya que los horarios de los autobuses que parten desde allí hacia Nigüelas son bastante confusos. Así que, para estar más seguros (y disfrutar de unos buenos kilómetros de rodada, por qué no), saldremos desde la ciudad de la Alhambra.
Yo llegaré un par de horas antes que Curro, así que, aparte de habituarme al fresquete que debe de hacer por allí, aprovecharé para una buena sesión de fotos de la catedral granadina y del conjunto de la Alhambra.
Al partir la ruta desde Granada, la distribución de los días respecto a los tramos a realizar, también sufrió alteraciones. Ahora, el plan a seguir es éste:

27 de Marzo: Granada – Nigüelas – Lanjarón (45-50 km)
28 de Marzo: Lanjarón – Pampaneira – Trevélez (60 km)
29 de Marzo: Trevélez – Cádiar – Válor – Laroles (48 km)
30 de Marzo: Laroles – Láujar de Andarax – Instinción (54 km)
31 de Marzo: Instinción – Énix – Almería (65 km)


Como veis, he suprimido la visita a Órgiva, y no sólo por la cuestión de los tramos, sino porque, además, he seguido el consejo de varios compañeros que han visitado dicha localidad en alguna ocasión y me han advertido que, debido a la masiva afluencia de turistas durante Semana Santa, el pueblo pierde gran parte de su encanto.
Eso sí, lo que no cambia es pasar las noches en tienda de campaña, ya sea en camping o en las afueras de los pueblos. Noches de mil estrellas, lo mejor para sentir la naturaleza de cerca… y congelarte a más de 1500 metros de altitud.

Durante la semana pasada, Claudia, mi querida y fiel Trek 4300, empezó a transformarse, de nuevo, en la máquina rutera que es.
El primer paso fue realizar un examen exhaustivo de la mecánica, buscando cualquier defecto, tras lo cual, le di un buen lavado y, además, le añadí unos "cuernos" al manillar y otro portabotellas.

Los cuernos del manillar. Serán de gran ayuda a la hora de subir las fuertes pendientes de La Alpujarra.

Detalle del segundo portabotellas.

A continuación, le coloqué cintas y bandas adhesivas reflectantes de color amarillo (¡a lo Valentino Rossi!), para hacerme más visible a los conductores (y los cazadores, que uno nunca sabe quién anda por ésos montes).

Claudia con los reflectantes.

Cinta reflectante en los radios; de noche parece una feria.

El siguiente paso, fue la instalación de las sujeciones de la bolsa del manillar y de la parrilla trasera para las alforjas que, por cierto, son nuevas: Se trata de unas Inox de 40 litros de capacidad, con algunas partes impermeables. Son unas alforjas de puente, pero la parte que queda sobre la parrilla se puede desmontar, ya que se trata de una mochila que se puede usar de modo independiente.

Claudia (casi) lista para el viaje.

Desde hace ya tres días, la bicicleta, completamente montada y lista, no ha pisado la calle y está preparada para salir.

Durante el resto de la semana, he estado repasando una y otra vez la lista del equipaje, para no dejarme nada en casa, y haciendo acopio de los materiales que me faltaban.

El material antes de meterlo en las alforjas (y faltan algunas cosas).

Además, ya compré el billete de autobús que nos llevara a la máquina y a mí hasta Granada (ALSA, menos de 23 euros, suplemento de bici incluido).
La única duda es si tendré que desmontarle alguna rueda antes de partir para meterla en el maletero (aunque lo dudo, ya que los autobuses de la mañana no suelen ir muy llenos).

La previsión del tiempo es algo irregular para los días en los que estaremos ruteando, pero no horribles. Tendremos días nubosos, alguno soleado y, seguramente, el miércoles nos mojemos algo.
Eso sí, barro seguro que nos encontramos. Con la de agua que ha caído este invierno, lo sorprendente sería que hubiera.
Además, la Alpujarra se ha visto afectada por varios deslizamientos y derrumbes debido a la acumulación de agua. Por ejemplo, el puente de entrada a Cádiar está dañado y tendremos que entrar por otra pista.

Resumiendo: No veo la hora de partir. Estoy nervioso, excitado y deseando que llegue la hora de ponerme en camino.
Los caminos de la Alpujarra me esperan y no quiero faltar a la cita.

La camiseta conmemorativa para este viaje. A lo Lance Armstrong, lo máximo en visibilidad.

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La vida es como andar en bicicleta.
Para mantenerte en equilibrio,
tienes que seguir moviéndote.

Albert Einstein