miércoles, 17 de febrero de 2010

¡BIENVENIDOS A LA ÉPOCA GLACIAR!

Llevamos un invierno con temporales, vientos y nieves más propios del Norte de la Península que del Sur... Y menos aún de los páramos desérticos de Almería.
Con ésta, van dos semanas en las que apenas he podido coger la bici. Cuando no es la lluvia, es el viento. Y lo peor son los días como ayer y hoy; lluvia durante la noche y la mañana temprano, y, cuando comienza a lucir el sol, llegan unos vientos feroces, de ésos que tumban contenedores y hacen salir volando las tejas de las casa viejas.

Nubarrones llegando a Almería.

Bueno, en realidad, la lluvia no es problema siempre y cuando no sea algo torrencial... como lo está siendo. Uno se pone su chubasquero o su cortavientos y listo, a la carretera o la montaña.
Pero, con el viento, la cosa cambia. Si te viene de frente, te chupa la energía como los vampiros la sangre, hasta dejarte en mínimos, y, si viene de lado, aumenta el peligro de que te incrustes en el parabrisas de un coche.

Barro y agua después de una tormenta en mi pueblo, Arboleas.

Así que, ya que no puedo salir, hago un poco de ejercicio en casa y durante los ratos libres en el trabajo.
Y, cuando no estoy en ello, paso el tiempo frente al portátil, buscando piezas, trazando nuevas rutas o repasando los foros de mis webs favoritas, mientras fuera aúlla el viento contra los cristales mojados por las gotas de lluvia.

Cañas y barro tras el temporal de principios de año.

Mi Trek va igual de bien por terrenos secos como embarrados, pero yo no me adapto tan bien. Lo que peor llevo son los vientos. La lluvia, estando bien cubierto, no molesta tanto, pero el aire soplando fuerte es harina de otro costal.
En fin, mientras me veo relegado a un mero ratón de oficina frente al ordenador, esperemos que el tiempo mejore y pueda darle más los pedales y menos a las flexiones y esas cosas...

3 comentarios:

  1. Gran foto la del cargadero de mineral. Yo tengo esa variante en decenas de formas. Esa parte es muy fotogénica. No se Fran, ami la lluvia en Almería me encanta, al igual que el viento. Ya se que es peligroso, pero los días de autentico poniente y que coincide que estoy por allí me encanta coger la bici y marcharme al faro de pescadería. Allí si que se siente el mar.

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  2. Tengo fotos del cargadero para aburrir. Es un lugar muy fotogénico, como bien dices.
    En cuanto a lo del tiempo, lo único es que me tiene un poco fastidado estas semanas. Eso sí, compensa ver cómo de verdes están los alrededores de la Alcazaba y los caminos a Enix. Una maravilla. Con niebla, hay campos que se asemejan más a Escocia que a Almería.
    Por cierto, nunca he ido al faro de Pescadería (ni al del puerto, por cierto), ¿cómo se llega hasta allí?

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La vida es como andar en bicicleta.
Para mantenerte en equilibrio,
tienes que seguir moviéndote.

Albert Einstein