miércoles, 9 de junio de 2010

ÉRASE UNA VEZ EN EL HIMALAYA…

Año 2004. Nepal.
Un vídeo recoge el momento.

De repente, la cámara enfoca a una persona que camina lenta, pero inexorablemente, hacia la cima. Casi parece un astronauta, con la cara oculta tras la máscara de oxígeno y el grueso abrigo de color naranja.
Con la ayuda de dos piolets, afianza sus pasos y se impulsa hacia delante. Alrededor, todo es hielo, nieve y frío.
(…)
Está en la cima. Ha llegado. Se apoya en los piollets para descansar unos segundos. De repente, de los abrigos y forros polares, surge un torrente de sentimientos en forma de abrazos y aspavientos de amistad y alegría, que, al igual que el sudor por los poros de la piel, surge de entre las gruesas capas de tejidos aislantes.
Lo ha conseguido.
Edurne Pasaban ha coronado el K2.


(Horas después, la tragedia sobrevoló aquélla expedición de Al filo de imposible. Durante el descenso, los pies de Edurne se hincharon y Juanito Oiarzábal, desorientado por el cansancio, pasó de largo por el Campo IV y se perdió, siendo rescatado horas después. Ambos sufrieron amputaciones en los dedos de los pies por congelación.)

Edurne Pasaban en la cima del K2, sin duda, su cumbre más sufrida.

¿Qué pasaría por la cabeza de la tolosarra cuando, hace unos días, se encontraba en la cima del Shisha Pangma?
Había cumplido su reto: Subir los catorce ‘ochomiles’. ¿Cuáles eran sus sensaciones mientras estaba allá arriba? Edurne asegura que no pensaba en nada especial sino que, simplemente, era una cumbre más.
Tampoco puedo hacerme una idea de qué fue lo que la impulsó a llevar a cabo tan agotadora y peligrosa empresa.

Fueran cuales fueran sus motivaciones, ahora su nombre se escribirá junto al de otros mitos de la alta montaña, como Carlos Carsolio, Wanda Rutkiewicz, Reinhold Messner, Hermann Buhl
No soy imparcial, ya que Edurne es mi heroína en el alpinismo, aunque, como sabéis, eso no me impide criticarla de vez en cuando. Desde mi punto de vista, sus disputas con la surcoreana Oh Eun Sun (miss Oh, para los periodistas de este país) no tienen importancia. El mismísimo Messner (el Maradona del himalayismo) la felicitó afirmando que su estilo era de lo mejor que se había visto en mucho tiempo.


MONTAÑA (ALTURA/AÑO)
Everest
(8848/ 2001)
Makalu (8465/ 2002)
Cho Oyu (8201/ 2002)
Lhotse (8516/ 2003)
Gasherbrum II (8035/ 2003)
Gasherbrum I (8068/ 2003)
K2 (8611/ 2004)
Nanga Parbat (8125/ 2005)
Broad Peak (8047/ 2007)
Dhaulagiri (8167/ 2008)
Manaslu (8156/ 2008)
Kangchenjunga (8598/ 2009)
Annapurna (8091/ 2010)
Shisha Pangma (8027/ 2010)

Edurne dándole a los pedales a lomos de su GIANT.

Muchas de las críticas que ha recibido durante estos años describían las expediciones como meros grupos de gente que llevaban a la tolosarra a hombros hasta la cima, le hacían dos o tres fotos y vídeos, y volvían a descenderla.
Para mí que los que dicen o escriben cosas así no saben mucho de la alta montaña, porque allí te tienes que valer por ti mismo, con tu esfuerzo y tus energías, pues pocas son las veces en que puedes detenerte para asistir a alguien cuyas fuerzas han flaqueado.
Además, como ha declarado en varias ocasiones, Edurne se considera una más dentro del equipo y no la pieza central de éste.

También, están aquéllos expertos que aseguran que Edurne no ha utilizado rutas muy
difíciles para hollar sus cumbres. Me pregunto si es que debería haberlas conseguido por el ‘estilo alpino’ o algo así, porque si no, no entiendo qué es lo que quieren decir con ello. ¿Rutas fáciles en un ‘ochomil’? Mmmm…
(El ‘estilo alpino’ se puede resumir diciendo que es aquél en que los montañeros que van a atacar una cumbre, transportan ellos mismos todo el material e instalan los campos sin la ayuda de sherpas ni ayudas de ninguna clase. Ya sabéis, eso de: “Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como”. Pues esto viene a ser lo mismo, solo que a miles de metros de altitud.
Por cierto, no sabéis la gracia que me hace oír a algunos alpinistas “puretas”, con su visión romántica de la montaña y dando palos a todo aquél que usa oxígeno, pero que no dudan en hacer uso de sherpas para que les instalen, uno tras otro, cada campo.)

Otros ataques tenían origen en el uso de oxígeno para alcanzar las cumbres, poniendo como ejemplo a la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner, que lleva doce ‘ochomiles’ sin la ayuda de oxígeno complementario.
Como dije hace algún tiempo, para mí éste es un debate inútil. No considero el oxígeno ni una ventaja ni una ayuda; pienso que es sólo un sistema de seguridad más.
Qué preferirías tú: ¿subir sin oxígeno y exponerte a que tu cerebro cortocircuite y te despeñes seis mil metros o llevar un par de botellas a la espalda “por si acaso”?

También es cierto que, con todo el meollo mediático que se ha formado en torno a Edurne, parece que todo el alpinismo español está centrado sólo en su gesta, por lo que la gente ha olvidado a otras grandes montañistas españolas, como Araceli Segarra, la primera española que holló el Everest, allá por 1996.

Fotitos para Vogue: Todo estilo.

Ahora le llueven los premios y los homenajes, merecidas recompensas por tanto sacrificio, pero Edurne ya tiene en mente su próximo reto: Alcanzar la cima del Everest sin oxígeno.
Hay vida más allá de los catorce ‘ochomiles’.


Una foto inusual: Edurne tranquila y en reposo.

Edurne Pasaban ha coronado su catorceavo ‘ochomil’.
Un titular tan simple, pero, a la misma vez, tan lleno de esfuerzo y significado.

2 comentarios:

  1. Estas muy equivocado.. hay una diferencia muy grande entre usar oxigeno o no usarlo, o si ir en estilo alpino o en una expedicion donde los sherpas hacen todo el trabajo. en una vos realmente te vales de vos mismo y subis por tus medios, en la otra tenes la mitad del trabajo realizado y solo te preocupas por caminar hacia arriba. Para hablar hay que saber... sin duda de las mujeres gerlinde es la que se destaca... edurne es pura propaganda mediatica de la prensa!!.

    ResponderEliminar
  2. Es tu punto de vista, y lo respeto, pero hay que tener claro desde un principio que a la cima del Everest o del Aconcagua debes llegar POR TU PROPIO PIE: Ni los sherpas te van a llevar sobre su espalda ni el oxígeno te da un extra de fuerza para llegar arriba. Eres TÚ, con tu propio esfuerzo el que debes de llegar a lo más alto.
    Tienes razón al decir que si uno ha tenido más o menos "lujos" subiendo o bajando quita o resta belleza a la forma de ascender, pero no resta mérito a que lo haya logrado. (De todas formas, el estilo alpino es mi favorito: Tú te lo preparas y tú te haces todo en un sólo ataque).
    Gerlinde es una fuerza bruta de la naturaleza. Sólo hay que analizar cómo atacó las últimas cimas que se propuso.
    No hay comparación de estilos entre Edurne y Gerlinde (siendo el de la austríaca muy superior, he de reconocer), pero lo que ambas están logrando es algo impresionante y, seguramente, irrepetible.
    Un saludo e interesante debate ;)

    ResponderEliminar

La vida es como andar en bicicleta.
Para mantenerte en equilibrio,
tienes que seguir moviéndote.

Albert Einstein