lunes, 14 de junio de 2010

CABO DE GATA, LA RUTA PERFECTA

Mi primera ruta en bici fue por el Cabo de Gata.
Fue la expedición más simple que uno pueda imaginarse; agua, comida y una muda limpia, además de algo de dinero para poder alojarme en el albergue de San José. Sólo la bici y una mochila a la espalda para afrontar el camino, que, aunque no presentaba grandes dificultades, se me antojaba toda una aventura.


Mi primer viaje a lomos de Claudia por el Cabo de Gata.

La primera jornada la invertí en llegar desde Almería hasta San José, lo cual me hace sonreír porque tardé varias horas en cubrir la misma distancia que hoy cubro en menos de dos, pero aquél inexperto que era entonces se paraba a cada pedalada para echar fotos o empujar la bici por la arena.
El segundo día, hice una ruta de ida y vuelta desde San José hasta Rodalquilar que me dejó extenuado.

Rodalquilar durante otra de mis escapadas.

Ahora, vuelvo a recorrer el Parque Natural del Cabo de Gata varias veces a lo largo del año, no sólo por su proximidad a Almería, también, porque es un lugar maravilloso donde el paisaje tiene algo de hipnótico que te atrapa mientras lo recorres.

Cuando coincido con alguien que va a hacer una ruta, ya sea andando o sobre ruedas, por la zona, le recomiendo visitar dos lugares que nunca olvidará: La cala de San Pedro y la playa de los Genoveses, dos emplazamientos llenos de historia y belleza a partes iguales.

La Playa de los Genoveses, un lugar mágico y lleno de belleza. Kilómetros de arena y un mar cálido siempre en calma.

Otros lugares no tan conocidos son la pequeña comunidad de Los Albaricoques, utilizada como decorado en infinidad de westerns y, cerca de la localidad de Níjar, nos encontramos con una imponente caldera volcánica que nos hace ver el violento origen de la región.

San José al atardecer.

Aquélla es una tierra en la que puedes disfrutar tanto si eres historiador, geólogo, biólogo o un simple turista, ya que puedes disfrutar a la vez de playas, historia, naturaleza… todo ello en un espacio a primera vista infinito. Una geografía cremada por el sol y el interior de la tierra, donde he tenido la oportunidad de conocer gente pintoresca y muy interesante. Escritores, pintores, cineastas, o simples “vagaMundos”, todos con sus historias del pasado y sus proyectos de futuro.

En algunos rincones, uno siente que le invade una sensación de bienestar y paz. De repente, los problemas parecen algo lejano y te centras en disfrutar cada paso, cada pedalada y cada lugar por el que pasas.

La iglesia de Las Salinas.

No sé si debe al paisaje, al excelente clima o al sonido de las olas lamiendo la orilla, pero tengo la sensación de que el Paraíso es algo similar al Cabo de Gata.

1 comentario:

  1. Me ha gustado lo que has puesto sobre el Cabo de Gata y coincido en muchas de las apreciaciones que has hecho de sus paisajes y de las sensaciones que de estos manan: algo hipnótico... no sé si es el paraíso...

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La vida es como andar en bicicleta.
Para mantenerte en equilibrio,
tienes que seguir moviéndote.

Albert Einstein