martes, 11 de enero de 2011

MARE NOSTRUM: EL PROYECTO DE NICOLAS RICHAUD

Buenas a tod@s,

Este mediodía, he conocido a Nicolas Richaud, un joven francés al que, hace unos meses, se le ocurrió la idea de recorrer la costa mediterránea, tanto de Europa como de África, a lomos de una bicicleta durante un año.

Le encontré en el paseo marítimo de Almería, escribiendo en una libreta y consultando un pequeño mapa. Su bicicleta, cargada y preparada hasta lo más mínimo, descansaba a un lado, apoyada sobre un banco.
Yo pedaleaba con tiempo de sobra hacia mi trabajo, así que, animado por la curiosidad, me detuve junto a él y comencé a preguntarle qué ruta seguía, desde dónde había salido... (las típicas preguntas que nos hacemos entre cicloturistas).
Me contó que salió hace ya unos meses desde Alemania (!!!!!) y que, en los últimos días, había recorrido el Cabo de Gata ("unas playas espectaculares") y, ahora, quería dirigir sus pedaladas hacia Granada para, desde allí, bajar hacia Gibraltar y cruzar a África, pero que no encontraba una ruta adecuada para llegar desde aquí hasta la capital nazarí.
Le expliqué que, el año pasado, yo hice dos veces dicho recorrido, pero a la inversa y en BTT, pero que conocía otras rutas por asfalto que le llevarían hasta allí.
Le animé a que me acompañara hasta mi trabajo y, una vez allí, le mostré en el ordenador el trayecto (o trayectos) que podía seguir.
Nicolas es un chico muy afable que habla tres idiomas (su inglés era perfecto y su español "chapurreao" no estaba tan mal). Según me ha contado, recorrió Córcega hace un tiempo y allí se dio cuenta de que viajar en bici "era más rápido que caminar, pero más lento que un coche".
La verdad es que no me he fijado mucho en su máquina, una Silkroad Tout Terrain calzada con Schwalbe, pero lucía impecable, con todos los detalles y cargada hasta los topes.

Finalmente, hemos desplegado un mapa GIGANTESCO en el cual le señalé la carretera a seguir y le he contado los pros y los contras de tal o cual tramo, de los pueblos que no puede perderse y de rincones acogedores donde dormir. Por último, le he pasado unos cuantos mapas a su pen-drive y, tras preguntarme por un restaurante barato, se despidió a lomos de su bicicleta.
Cuando se ha ido, me ha invadido la envidia sana de quien se alegra de que exista gente a quienes se les ocurren ideas tan simples, pero, a la vez, tan complejas y maravillosas como es rodear la costa mediterránea dándole a los pedales. Uno se queda despidiéndose de ésas personas pensando: "¿Cuándo empezaré yo a llevar mis sueños a la realidad?"
Si queréis seguir su aventura, echad un vistazo a su blog:

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Para mantenerte en equilibrio,
tienes que seguir moviéndote.

Albert Einstein